La historia de Pedro Acosta hasta coronarse Campeón de Moto3.
El nombre de Pedro Acosta era desconocido para muchos antes de que la temporada 2021 diese el pistoletazo de salida. Sin embargo, desde el primer viernes del curso lo fue bastante menos, quemando etapas a ritmo de vértigo. El jovencísimo piloto de 17 años, nacido en el Puerto de Mazarrón (Murcia) el 25 de mayo de 2004, ya comenzó avisando desde la pretemporada, donde fue el más rápido en una de las sesiones del Test Oficial celebrado en el Circuito Internacional de Losail y acabando 2º en el acumulado de la jornada, en su estreno en la élite del motociclismo.
Acosta debutó oficialmente en el Campeonato del Mundo de Moto3™ durante la FP1 del Gran Premio Barwa de Qatar y lo hizo a lo grande, como si todo siempre hubiese sido sencillo para él. Pero no, los inicios no fueron fáciles y el camino tampoco fue del todo llano.
Recapitulemos. Pedro Acosta, hijo de una humilde familia de pescadores, se inició en el mundo del motor a los 5 años, cuando su padre, piloto de velocidad amateur, le compró una moto de cross. Su primera toma de contacto con las motos no fue la que hoy podríamos imaginar, pues ‘Kevin’ -apodado así cariñosamente en su casa por su admiración hacia el mito Kevin Schwantz– no simpatizó en absoluto de inicio con las motos. Sin embargo, lo siguió intentando, y al final, el roce hizo el cariño.
«El Tiburón de Mazarrón» comenzó a despuntar en el mundo del motociclismo a partir del 2017, cuando se proclamó Campeón de España de Pre-Moto3 con dos carreras de margen. Aquello le valió para dar el salto al Mundial Junior de Moto3 del FIM CEV Repsol al año siguiente, categoría que compaginó hasta 2019 con su participación en la Red Bull MotoGP Rookies Cup. En ambas competiciones logró sacar a relucir su máximo potencial y brillar con luz propia.
La Red Bull MotoGP Rookies Cup, punto de inflexión
En el FIM CEV Repsol ya rozó el podio a finales de su primer curso, mientras que en la Red Bull MotoGP Rookies Cup se proclamó subcampeón al lograr 3 victorias y 5 podios, solo por detrás de un sólido Carlos Tatay. Pero en 2020, finalmente, la gloria llegó para él y Acosta conquistó el título de la Red Bull MotoGP Rookies Cup a dos carreras del final tras acumular diversas exhibiciones.
Sin embargo, y a pesar del resultado, aquella no fue una temporada sencilla, pues el español se rompió la pierna a pocas semanas de comenzar la temporada. Pero ese espíritu de lucha, trabajo incansable y superación le llevaron a lograr esa dicha que le acercó a alcanzar el objetivo que tanto ansiaba: aterrizar en el Campeonato del Mundo de Moto3.
Desde que Acosta se estrenó en la categoría ligera no ha dejado de demostrar su valía y talento para ir sobre dos ruedas. Y así lo demostró en su debut. Durante la primera jornada de entrenamientos privados que se llevó a cabo en el Autódromo Internacional del Algarve, el pasado mes de febrero, el campeón de 2020 de la Red Bull MotoGP Rookies Cup se posicionó como el hombre a batir en la segunda jornada tras superar a todo un veterano como John McPhee (Petronas Sprinta Racing), por tan solo 54 milésimas.
Pero cuando realmente maravilló a todo el mundo fue durante el Gran Premio Barwa de Qatar, al conseguir una luchada y muy reñida segunda posición en tan solo su primera carrera. Acosta remontó del 11º puesto en parrilla a la quinta posición en tan solo una vuelta y cruzó la meta pegado a su compañero, Jaume Masià, quedándose a tan solo 42 milésimas de estrenarse en la categoría ligera con una victoria, algo que no tardaría en llegar. Sería cuestión de días.
La primera victoria y unos números asombrosos
En efecto, todo se precipitó una semana más tarde, durante el Gran Premio TISSOT de Doha. Un fin de semana que quedó grabado en la retina de todos los aficionados al motociclismo al ver cómo un joven rookie, en su segunda carrera, lograba una gesta impensable: Un estratosférico triunfo partiendo desde el pitlane. En ese momento, su nombre comenzó a acaparar titulares con total merecimiento. Había nacido una estrella.
Pero el de Mazarrón, muy consciente de sus posibilidades, quiso demostrar que aquello que pasó bajo los focos del Circuito Internacional de Losail no fue flor de un día, y así lo hizo al conquistar el triunfo en el Gran Premio 888 de Portugal, con el que reafirmó un liderato de la general que ya no dejaría escapar pese a los intentos de sus rivales.
A estas dos victorias le siguió una tercera consecutiva, durante el Gran Premio de España. A partir de ahí, el murciano se topó con una dosis de realidad, pues durante las tres siguientes citas su mejor actuación fue un 7º puesto. Antes del parón de verano, durante el GP de Alemania, sumó su cuarta victoria antes de volver a la carga con la mentalidad puesta en la regularidad por conquistar el título, pues hasta el GP de Aragón – decimotercera carrera del año- no encajó su primer cero en el casillero. Previamente, había ganado en el GP de Estiria y el siguiente podio se le resistiría hasta el GP de la Emilia-Romaña. Con una distancia alcanzable matemáticamente para sus rivales, pero difícil de recortar dadas sus increíbles e impecables actuaciones, el rookie puso la directa, pese al empuje de su compatriota Sergio García Dols y el italiano Dennis Foggia hasta alzarse con la corona del Campeonato del Mundo de Moto3™ en Portimao. ¡Espectacular!