«39 días y 17.000 km alrededor del mundo con los TKC 70 Rocks» por Sonia Barbosa.
Sonia Barbosa salió el 31 de mayo de casa y finalizó en Vladivostok el pasado 8 de julio. En total fueron 39 días de viaje, 34 en moto, y 17.000 kilómetros recorriendo países como Italia, Grecia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y Rusia. Todo ello con su BMW y los TKC 70 y TKC 70 Rocks.
Aunque no todos los riders lleguen a alcanzar los 17.000 km, ya que siempre dependerá de la conducción, la máquina y el tipo de terreno que se pise, Sonia nos cuenta hoy un ejemplo de lo que significar conducir con los neumáticos aventureros por excelencia.
Si Phileas Fogg levantara la cabeza y hubiera podido ser testigo del viaje que realicé hace tan solo dos meses durante 39 días uniendo el mar Cantábrico y el mar de Japón con mi BMW F 650 GS a la que muchos conocen ya como “Trailera” y a la cual calcé con unos Continental TKC 70 y TKC 70 Rocks, seguramente hubiera dado su vuelta al mundo sobre dos ruedas. Después de rodar 34 días con estos neumáticos y atravesar Italia, Grecia, Bulgaria, Rumanía, Ucrania y la imponente carretera Transiberiana en la monumental Federación Rusa, puedo asegurar que el resultado podría calificarlo de «excelente». Sin duda, su longevidad está más que demostrada.
Se trata de un neumático radial trasero pensado para combinarlo con un TKC 70 estándar en el eje delantero. De estos últimos puedo decir que ya los probé durante 12000 kilómetros en el año 2017 en mi viaje hasta Alaska y, desde entonces, he continuado con la misma línea. Nada que extrañar puesto que, cuando estamos a gusto con algo, ¿para qué arriesgarnos a cambiar?
Sobre el asfalto roto de las carreteras ucranianas respondieron, seguramente, mucho mejor que los TKC 80 al ser más camperos y posicionarse entre estos y los TKC 70. Muchos días de viaje que dieron lugar a muchos momentos de pruebas. No he notado mucha diferencia de ruido respecto a llevar los TKC 70 en ambos neumáticos o llevar el TKC 70 Rocks en el trasero. Ningún extraño y seguridad máxima.
Sin duda, la mayor prueba para los ‘zapatos’ de mi BMW fue atravesar la Federación Rusa puesto que cada día era toda una aventura en la que, personalmente, opino que, en muchas ocasiones, no se conducía sino que se esquivaban baches. El asfalto brillaba por su ausencia en muchos tramos de la Transiberiana y los Rocks sacaban a relucir sus cualidades. Con más taco y profundidad del surco del dibujo que los TKC 70 la práctica del off-road, con ellos se convertía en toda una experiencia. Y, si a ello, le sumamos el haberme metido erróneamente por pistas durante 4 horas, con la moto cargada hasta los topes y a 33 grados de temperatura, la emoción estaba asegurada.
El Raingrip, que genera un mejor agarre en mojado y un aumento del kilometraje, ha sido probado hasta el extremo. En los días de lluvia, la tierra se mezclaba con el agua convirtiéndose la carretera en un auténtico barrizal pero los Rocks, ante una piloto que iba adquiriendo experiencia sobre este tipo de terreno sobre la marcha, respondieron de forma sorprendente.
Ha sido más de media vuelta al mundo sobre estos neumáticos, rodando sobre diferentes superficies y en diversas condiciones climatológicas alcanzando los 17.000 kilómetros cuando llegué a Vladivostok. Ya en el límite desde hacía unos cuantos, logré estirarlos lo más que pude y, en ningún caso, pese a no conservar ya las cualidades iniciales (algo fácilmente comprensible), me hicieron ningún extraño.
Con un comportamiento de 10 sobre 10, estos neumáticos de la marca alemana, son más que recomendables para cualquier rider que decida salirse del asfalto y adentrarse en el off-road. Su tecnología Multigrip o, lo que es lo mismo, mayor resistencia al desgaste en la parte central para aguantar kilómetros y no desgastarse de forma rápida, ha sido clave a la hora de poder alcanzar ese kilometraje.