Ana Carrasco ha hablado sobre su grave lesión del año pasado y de su proceso de recuperación en una entrevista con el diario «El País».
Desde que a principios de septiembre de 2020 Ana Carrasco se fracturó la vértebra dorsal durante un entrenamiento en el circuito de Estoril, la evolución y recuperación de la pilota murciana ha sido noticia recurrente en los medios de comunicación. Cinco meses después, la campeona del mundo de WorldSSP300 de 2018 ha vuelto a las pistas para realizar sus primeros y exitosos ensayos a bordo de la Kawasaki Ninja 400 y volverá a hacerlo la próxima semana en el test oficial programado en el Circuito de Barcelona-Catalunya.
En una entrevista realizada por Nadia Tronchoni en el periódico El País, Carrasco ha compartido sus recuerdos de ese accidente y ha explicado los duros momentos por los que ha pasado durante estos meses hasta llegar a su casi total recuperación a día de hoy.
“Fue una caída tonta al entrar en la grava. Lo primero que se me pasó por la cabeza tras el accidente fue si podría correr en [en el Round de] Barcelona, quedaba una semana. Conforme me iban dando información me fui dando cuenta de que no iba a poder correr esa ni ninguna otra carrera”, recuerda la pilota de 24 años en la entrevista. “Nunca dudé que volvería a correr. Me dijeron que necesitaría entre tres y cinco meses para poder empezar a estar bien y hacer vida normal; al final, hemos acortado mucho los plazos”.
Carrasco recuerda que la de Estoril no fue su primera lesión –antes ya se había fracturado el codo, la clavícula o el hombro– pero se muestra consciente de que, en el oficio que ha escogido, el riesgo forma parte del juego: “Si le das muchas vueltas a lo malo, al daño que te podrías haber hecho, al final te quedas allí. El único camino es pensar qué hacer para recuperarte, estar mejor y volver lo antes posible”. Y reconoce que no ha hablado con nadie del riesgo que corrió. “Ni siquiera con mi familia. Desde el principio he entendido este riesgo como parte de mi trabajo, he entendido que me puedo hacer mucho daño y que una caída puede tener consecuencias difíciles. Pero tuve suerte”.