Royal Alloy – Pasión por los scooters clásicos

Royal Alloy: Pasión por los scooters clásicos

Una nueva marca se incorporará este próximo otoño al mercado de los scooters: Royal Alloy.

Con su origen británico, Royal Alloy capta a la perfección la cultura Mod que fue tan popular en los sesenta y cuya llama sigue todavía viva.

Los scooters de Royal Alloy no son unos simples modelos retro o “vintage”; su concepto es muy diferente: ser fiel a la filosofía clásica pero adaptándose a los tiempos actuales con tecnología y materiales reales. Su lema “Real Classic” transmite esa pasión por la tradición de los scooters reales, verdaderos y auténticos. Y como muestra dos modelos, el GP 125 S y el TG 300 S, ambos impulsados por motores refrigerados por agua con culata de 4 válvulas y equipados con frenada ABS Bosch (300) y alumbrado Full LED.

Royal Alloy surge de la iniciativa de unos aficionados británicos que quisieron seguir transmitiendo esa cultura Mod (abreviatura de modernismo) que surgió en Londres a finales de los ’50 y que alcanzó su máximo esplendor en la década de los ’60.

La excentricidad de los jóvenes Mod estaba asociada con un estilo de vida muy bien definido. Los gustos musicales se decantaban por el Jazz moderno, el Soul, R&B o el Ska jamaicano. La ropa era ajustada con botines y parkas “cola de pez” para los chicos, y minifaldas y jerseys de cuello de cisne para las chicas. En cuanto al medio de transporte, coincidencia total en emplear scooters de origen italiano personalizados con multitud de espejos retrovisores y faros auxiliares como bien recoge la ópera rock Quadrophenia del grupo británico The Who convertida a película en 1979.

Seis décadas después, la moda del Mod sigue viva. Desde Londres se extendió a Gran Bretaña y, pronto, en todo el mundo se conoció y caló muy hondo esa cultura. Sin embargo, aquellos antiguos scooters italianos requerían un gran esfuerzo en su restauración y costaba entender esa filosofía a los mandos de un modelo retro.

Los fundadores de Royal Alloy entendieron que el mercado requería un scooter clásico real y no “vintage”. No sólo su estética se inspira en la de aquellos scooters italianos de los ’60, sino que también huye de la masificación del plástico empleando materiales como la chapa estampada de acero inoxidable para los cófanos laterales desmontables y el escudo frontal o la fundición de aluminio para el faro, minimizando el uso del plástico a la “corbata” del escudo, guardabarros delantero o la tradicional y amplia guantera con cerradura.

La tradición también está presente en la suspensión delantera que emplea un sistema de doble brazo por bieletas oscilantes con sendos amortiguadores, eso sí, hidráulicos, con doble paso de muelle y ajustables en precarga de muelle, además de un mecanismo anti-hundimiento que aprovecha la reacción del freno de disco para evitar que se comprima la suspensión al frenar. Todo ello convierte a esta suspensión en la más sofisticada del mercado a pesar de su aspecto tan tradicional.

 

Ese contraste tradición-tecnología está muy presente en otros detalles de la familia Royal Alloy. El motor, por ejemplo, recurre al ciclo 4T con la refrigeración líquida e inyección electrónica con cambio automático por variador, y su desarrollo ha sido realizado por conocidas marcas europeas lo que garantiza la mejor fiabilidad del vehículo.

En cuanto a frenos, la gama de scooters Royal Alloy emplea frenos de disco “Wave” en 220 mm de diámetro sobre llantas de 12 pulgadas, añadiendo la seguridad de un sistema antibloqueo de doble canal confiado al especialista alemán Bosch para la versión de 300 cc.

Hay más tecnología como la del alumbrado Full LED que está presente en el faro así como en los intermitentes y piloto trasero. Así mismo se dispone para el modelo de 125 de un completo cuadro de instrumentos basado en una pantalla LCD retroiluminada dentro de un marco clásico cromado con mucha información: velocímetro, cuentavueltas, niveles de gasolina y temperatura del refrigerante y cuentakilómetros total y parcial, además de una colección de testigos luminosos. En cambio, el modelo de 300 cc recurre a una pantalla TFT a color de mayor superficie con mucha más información.

Toda esa atención al detalle en cuanto a materiales, estética y tecnología se complementa con la verdadera esencia del scooter presente también en los modelos de Royal Alloy: la versatilidad, limpieza, confort, agilidad, y facilidad de conducción en el uso diario para los desplazamientos urbanos.

Royal Alloy GP 125 S

La versión dirigida a los usuarios de la convalidación (con carnet de coche) no defraudará a los que no sólo buscan un scooter clásico de verdad sino a los que también prefieren destacarse en sus recorridos diarios por ciudad e incluso fuera de ella con las mejores prestaciones de la categoría. Por ello, el GP 125 S emplea un propulsor que Aprilia creó para el Scarabeo 125 LC, y cuyo grupo termodinámico (culata, cilindro y pistón) sirvió para desarrollar el motor Piaggio con caja de cambios de seis velocidades empleado en multitud de modelos de motocicletas de 125 cc.

En el GP 125 S desarrolla una potencia de 14,3 CV a 9.750 rpm próxima al límite de los 15 CV permitidos para esta categoría. Tecnológicamente este motor está muy avanzado disponiendo de refrigeración líquida para lo cual emplea un radiador que canaliza el aire de marcha por debajo de la plataforma del scooter. En cuanto a la culata recurre a un sofisticado sistema de doble árbol de levas DOHC que controlan la apertura y cierre de las 4 válvulas, contando con un sistema de inyección electrónico y escape catalizador de tres vías para conseguir un máximo rendimiento.

El GP 125 S emplea una dotación de frenos de disco con funcionamiento combinado CBS y está ya disponible en la red de puntos de venta de España y Portugal de Royal Alloy en  colores  combinados con diferentes tonos de asiento tapizado en símil cuero que independizan las plazas del piloto y pasajero. El precio estimado de lanzamiento sería de 3.595 € (IVA incluido).

Royal Alloy TG 300 S

Se trata de la última novedad de la familia Royal Alloy con la que se alcanzan los 300 cc. Sus iniciales TG responden a Tigara Grande (Punto Grande) en clara referencia a su mayor cilindrada con un bastidor multitubular vestido con una carrocería remodelada en chapa estampada de acero inoxidable con el característico guardabarros delantero fijo que pusieron de moda algunos modelos italianos de hace más de medio siglo, junto con la decoración bitono.

De sus particulares detalles merece la pena destacar el nuevo panel de instrumentos basado en una pantalla a color TFT sobre una hilera de siete testigos luminosos, y el asiento delgado ‘Slim’ que emplea un mullido tipo gel.

Para más garantías de funcionamiento, el TG 300 S emplea un motor Piaggio de 300 cc 4v refrigerado por agua que rinde 21,8 CV a 7.250 rpm: toda una referencia entre los scooters de 2 y 3 ruedas.

El Royal Alloy TG 300 S estará disponible a partir de octubre en colores bitono al precio estimado de lanzamiento de 4.995 €.

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