El Gran Premio celebrado en Termas de Río Hondo (Argentina) no fue propicio para los intereses de Aprilia.
Bajo la lluvia las motos italianas pilotadas por Maverick Viñales y Aleix Espargaró sufrieron muchos problemas de agarre en pista.
Ahora los ingenieros de la marca tienen que analizar y solucionar dichos problemas porque para ganar un Mundial hay que ser rápido en seco y también en lluvia.
Aleix Espargaró
Una mala carrera, quizás la más dura y larga desde que estoy con Aprilia. Es realmente una pena después de lo que habíamos demostrado en seco, pero no podemos poner excusas. En MotoGP, siempre debes ser rápido, sin importar las condiciones que se den. Hoy he empezado bien. En las primeras vueltas he sido capaz incluso de mantener el ritmo del grupo de cabeza. Sin embargo, en un momento dado, la moto empezó a patinar mucho y ni siquiera podía darle al gas en la recta. Fue una sensación muy extraña. Teniendo en cuenta también las dificultades de Maverick y Raúl, tendremos que trabajar con los ingenieros para descubrir qué salió mal y asegurarnos de que no vuelva a suceder.
Maverick Viñales
Lo di todo con lo que tenía disponible. Fueron 4 puntos hoy, pero debemos asegurarnos de que sean muchos más para la próxima carrera en mojado. El problema fue la tracción. Frenando y entrando en curvas, me sentí fuerte y recuperé terreno, pero al salir de las curvas, no había nada que pudiera hacer. En cierto punto, evalué la situación y me concentré en llevar la RS-GP a la línea de meta y centrarme en el objetivo a Austin.