Tres años después de su marcha, Álvaro Bautista ha regresado al equipo oficial de Ducati para protagonizar un nuevo asalto al título.
A medida que avanzaban los preparativos del Campeonato del Mundo MOTUL FIM Superbike 2022, la figura de Álvaro Bautista ha ido acumulando crédito como uno de los candidatos a luchar desde el principio por el liderazgo de la categoría reina.
Sí, quizá el piloto español ya tenía ese estatus desde que se anunció su retorno al Aruba.it Racing – Ducati, al menos teóricamente. Al fin y al cabo, son el piloto y el equipo que revolucionaron el campeonato en el arranque de la temporada 2019 con esas 11 victorias consecutivas que les convirtieron en el hombre a batir. Pero ahora, después de cuatro exitosos tests y encarando la recta final de la pretemporada, los datos y las sensaciones que ha dejado Bautista avalan plenamente la candidatura, no sólo en teoría.
No es un secreto que el viaje que el piloto español emprendió en las dos últimas campañas no resultó tan satisfactorio como él seguramente esperaba cuando a finales de esa primera campaña aceptó, para sorpresa de muchos, el reto que le ofrecía Honda. Escrutando sólo los resultados, esos tres podios, ninguno en el cajón más alto, suponen un balance exiguo para Bautista, quien llegó a WorldSBK en busca de más protagonismo, de una moto ganadora y, si todo cuadraba, de un título mundial. Ese vuelve a ser el objetivo de Álvaro, ahora ya plenamente explicitado, tras comprobar en los ensayos de Jerez, Portimao, Misano y Catalunya que su simbiosis con la V4 R no sólo se mantiene, sino que ha mejorado.
“La Ducati es una moto más familiar para mi” definió Bautista apenas iniciada la pretemporada. “Me permite una conducción más natural, más fácil, pilotas con el instinto. Con Honda tuve que cambiar un poco mi estilo de pilotaje para poder usar los puntos fuertes de esa moto. Pero con la Ducati es totalmente diferente, porque puedo pilotar más a mi estilo, haciendo mi paso por curva, haciendo menos frenadas fuertes… es un estilo más natural para mí, así que no tengo que forzar mi conducción; esa es la principal diferencia entre esas dos motos”.
Y durante el test de Misano, donde el Talavera de la Reina encabezó los cronos en las dos jornadas, añadía: “Sinceramente, con respecto a la moto que dejé hace tres años, ha mejorado. No es mucho más rápida, pero es más equilibrada y los puntos débiles han mejorado”.
Y si la moto ha mejorado, máxime tras los cambios e innovaciones técnicas aportadas durante la pretemporada, el piloto que debe conducirla ahora tampoco es el mismo. Bautista ha vuelto al equipo oficial con mucha más experiencia sobre lo que supone competir en WorldSBK, y más curtido por las dificultades que ha sorteado durante la aventura de las dos últimas campañas: “Creo que ahora tengo más experiencia en este Campeonato” explicó recientemente. “Conozco más los neumáticos, las carreras, los circuitos. He aprendido mucho en las dos últimas temporadas porque he intentado sacar el máximo en todas las situaciones, ahora me siento un piloto con más experiencia”.
En Ducati son muy conscientes de que también el campeonato ha evolucionado y que la competencia es cada vez más feroz, como subrayaba el General Manager de Ducati Corse, Gigi Dall’Igna, en la presentación del equipo. Todos los fabricantes de la parrilla se han reforzado ante la nueva campaña volcando más recursos y tecnología. Ese el reto y el gran interrogante que afronta el fabricante italiano, con Bautista y Rinaldi como puntas de lanza. En el imaginario de Ducati está el ansiado regreso de la corona mundial a Borgo Panigale, un éxito que persigue desde que Carlos Checa conquistó el último título de Pilotos en 2011 a los 39 años. Bautista, con 37, se ha concedido una segunda oportunidad para emular a su compatriota, y su nuevo asalto al título será otro de los grandes alicientes de la temporada que está a punto de comenzar.