Tras brillar como subcampeón en su único año en Moto2, Raúl Fernández debutará en la clase reina en 2022 con una KTM RC16.
El nombre de Raúl Fernández ya tenía su peso en el paddock del Mundial, pues a pesar de no destacar de forma estelar en su paso por la categoría de Moto3, su talento ya ofrecía ciertos destellos, que acabaron por explotar a lo largo de la pasada temporada 2021, tras hacerse oficial su ascenso a la categoría intermedia.
Procedente de San Martín de la Vega, Raúl Fernández comenzó a competir cuando tenía 11 años y pasó de la Cuna de Campeones a PreMoto3, compitiendo también en el FIM CEV Repsol y la Red Bull MotoGP Rookies Cup. En 2016 fue 3º en la general de la Rookies con 2 victorias y 6 podios, y se llevó la victoria en el Mundial Junior de Moto3. Sin embargo, y a pesar de su buena proyección, llegó la temporada 2017, el año más difícil para él en el FIM CEV Repsol, pero en 2018 se recuperó para sumar 3 victorias y 6 podios además de ganar el Campeonato del Mundo Junior del FIM CEV Repsol.
Su primer contacto en el Campeonato del Mundo llegó gracias a su buen hacer durante 4 apariciones en Grandes Premios en una combinación de participaciones como ‘wildcard’ y sustituciones en Catalunya, Alemania, Aragón y Valencia, donde logró dos resultados en el Top 10 y sumó puntos en tres de los cuatro Grandes Premios que disputó. Una carta de presentación muy interesante.
El salto experimentado en Moto2
En 2019, Fernández se convirtió en piloto permanente en el Mundial de Moto3 en la misma estructura del Ángel Nieto Team con la que ganó el título del CEV. Allí, demostró su valía y se confirmó como un habitual en el Top 10, pero le faltó regularidad. 2020 debía ser su gran momento en la clase ligera y no defraudó, pues alcanzó varias ‘poles’, un primer podio en Aragón y la primera victoria de su carrera mundialista en el GP de Europa. Sin embargo, la cilindrada ligera se le empezó a quedar pequeña y lejos de querer mantenerse para luchar por la corona, Raúl decidió afrontar el gran reto de subir a Moto2, de la mano del mismo equipo, el Red Bull KTM Ajo.
Una decisión que no pudo ser más acertada. Con 8 victorias, 4 podios más, 7 ‘poles’ y una ardua e incansable lucha hasta el último suspiro con su compañero, Remy Gardner, el madrileño se convirtió en la auténtica revelación del Mundial de la clase intermedia. Está claro que el piloto de San Martín de la Vega no fue un rookie al uso, ya que pese a finalmente no lograr arrebatarle la corona de campeón al australiano, en su estreno en una de las categorías más exigentes del motociclismo, el joven se posicionó como el rookie más laureado en la historia de Moto2. ¡Espectacular!
Sin que sorprendiera a nadie, a lo largo del año, gracias a su estelar estreno, a Raúl le empezaron a salir novias en la clase reina. Una de las que más le tentaron fue una oferta de Yamaha. Sin embargo, KTM no quiso dejar escapar a una de sus joyas y no permitió la salida del madrileño con destino a la marca de los diapasones. Por ello, para 2022 seguirá luciendo de color naranja, esta vez de la mano del Tech3 KTM Factory Racing. ¿Será el próximo Rookie del Año? ¿Conquistará dicho galardón por segundo año consecutivo?