Gana kilometraje al neumático de tu moto con estos 11 consejos.
Muchos creen que una vez que eliges, compras y montas neumáticos nuevos en tu moto, ya te puedes olvidar de este apartado. Nada más lejos de la realidad. Es precisamente ahí donde empieza la relación más íntima e importante entre el piloto, la moto y el neumático. Eres tú el que tienes que asegurarte de que la goma está respondiendo a las expectativas y que esté cumpliendo con su cometido, ya sea un modelo de neumático para conducción deportiva, viajes, off-road o para tu día a día en scooter.
En todos estos casos, uno de los criterios que el usuario suele valorar con mayor prioridad es la duración del neumático. Cuanto más dure, mejor. Suele ser la premisa con la que empezamos a valorar una u otra opción inmediatamente después de elegir el tipo de rendimiento al que nos queremos dirigir. No existen las gomas perfectas en este sentido, es decir, para que el funcionamiento del neumático y su agarre sean mínimamente óptimos, es inevitable que haya cierto desgaste por el mero hecho de producirse un rozamiento en condiciones de velocidad, temperatura y otros factores muy duros. Hay neumáticos con compuestos más ‘blandos’ o más ‘duros’ que permiten mayor o menos desgaste y mayor o menor rendimiento.
Sin embargo, más allá de las propiedades de cada goma, el usuario puede tomar nota de una serie de trucos o técnicas para alargar la vida de su neumático de moto.
Cada neumático, para un terreno concreto
Si un neumático es de asfalto, sufrirá mayor degradación en el campo; si un neumático es off-road, tendrá mayor desgaste en asfalto. Este tipo de neumáticos tan específicos sufren más en rendimiento y en degradación cuando los sacas de su ‘zona de confort’.
Presión correcta
Es lo primero que debemos tener en cuenta. Siguiendo las instrucciones y manteniendo la presión recomendada por el fabricante, ya hemos dado un gran primer paso. De lo contrario, estaremos provocando un desgaste excesivo y desigual además de, aún peor, tener un rendimiento defectuoso que puede ser peligroso.
Peso excesivo
Hay motos muy ligeras y otras muy pesadas, además de usuarios como una sílfide o ya más entrados en carnes… Teniendo en cuenta este aspecto, podemos aumentar la presión para soportar mayor peso (dentro de los márgenes recomendados). Si a ello le añadimos una conducción con pasajero y/o con carga, debemos adecuar la presión hasta el máximo recomendado para soportar este peso elevado.
En cualquier caso, intenta aligerar la moto al máximo. A mayor peso, mayor desgaste, por lo que podemos hacer ciertos gestos como vaciar o desmontar las maletas cuando no las necesitamos y reducir a lo esencial lo que llevamos en guanteras o el hueco bajo el asiento en un scooter.
Equilibrado de la rueda
Parece un asunto menor, pero es importante que un especialista haga el equilibrado de las llantas para conseguir un reparto equilibrado de la masa por toda la rueda. Esto evitará vibraciones y sobre todo un mayor desgaste del necesario y que además sea desigual por todo el diámetro de la goma.
Suspensiones: Mantenimiento y configuración
No sólo hay que fijarse en las ruedas, ya que las suspensiones adquieren un papel crucial en el buen funcionamiento del neumático. Si seguimos correctamente el mantenimiento de las suspensiones de la moto, nos aseguramos de que su función la hará adecuadamente.
Existen suspensiones con diferentes ajustes, por lo que también es recomendable adecuar la precarga y el hidráulico a las condiciones de cada momento (peso, velocidad, tipo de superficie…), algo que redundará positivamente en el desgaste.
Rodaje en los primeros kilómetros
Normalmente es recomendable realizar un rodaje de unos 100 ó 200 km antes de exigir lo máximo al neumático. Muchos fabricantes aplican una película protectora que puede resultar resbaladiza hasta que no desaparece tras esos primeros kilómetros.
Sin embargo, Continental ha desarrollado la tecnología TractionSkin que elimina esa necesidad de rodaje gracias a una superficie microrugosa que te permite circular con total seguridad desde el primer kilómetro.
Frenadas y aceleraciones suaves
Llegamos a la hora de conducir. Dos de los momentos en los que más se les exige a los neumáticos de moto es en las aceleraciones y en las frenadas. Cuanto más radicales seamos con el acelerador y los frenos, mayor será el estrés al que le estamos sometiendo a la goma y, por tanto, mayor será el desgaste producido en ese momento. Si hacemos aceleraciones más suaves y regulares y, por otro lado, prolongamos nuestras distancias y tiempos de frenado con aplicaciones de freno más dosificadas, la goma sufrirá menos y le estaremos ganando muchos kilómetros.
Trayectorias abiertas
Otro de los momentos clave que afectan al desgaste de la goma son las trayectorias. Si hacemos cambios bruscos de dirección, estamos exigiendo agarre en un momento muy complicado en el que muchas fuerzas entran en acción. Estos momentos producen un desgaste elevado. Por tanto, lo mejor es realizar cambios de dirección (al cambiar de carril, girar en cruces y calles o tomar curvas) de la manera más suave y constante posible. Si mantenemos una trazada abierta y sin excesivos ejercicios de frenada o aceleración en estos puntos, el neumático se mantendrá en muy buen estado.
Velocidades moderadas
A mayor velocidad, mayor desgaste. Los neumáticos cuentan con un código de velocidad que indica la velocidad máxima para la que está preparado. Sin embargo, esto no quiere decir que aguante igual hasta esa velocidad. Dicho de otra forma, un ContiRoadAttack 3 con código de velocidad W (que soporta velocidades de hasta 270 km/h) sufrirá mayor desgaste a 120 km/h que a 100 km/h.
Productos de limpieza
No debemos utilizar productos de limpieza en el neumático. Los químicos pueden reaccionar con el compuesto y debilitar sus propiedades además de provocarle un mayor desgaste en ese momento y posteriormente al rodar. Si necesitamos limpiar alguna zona del neumático, el agua es suficiente.
La moto, mejor en garaje
Los cambios de temperatura bruscos, la luz del sol y otras inclemencias del tiempo pueden ser agresivos con los compuestos del neumático y el resto de componentes de la moto. Lo recomendable es guardar la moto en un garaje a salvo de estas ‘agresiones’. Este proceso se potencia cuando dejamos la moto parada durante tiempos prolongados. En estos casos, lo mejor es dejar la moto sobre sendos caballetes para que las ruedas no apoyen en el suelo. De lo contrario, la goma se iría deformando poco a poco, cuadrando su rodadura y haciendo más incómodo (vibraciones) e inseguro su uso posterior.