El triunfo de Márquez evoca a inolvidables estrellas de otros deportes que superaron graves lesiones para volver a brillar.
Ha vuelto. Marc Márquez volvió a saborear la gloria en Alemania al ganar en MotoGP 581 días después, cerrando con final feliz un delicado capítulo de su laureada trayectoria como piloto, marcado por el enorme espíritu de superación para dejar atrás una grave lesión.
El ’93’ regresó a la acción semanas atrás con su RC213V en el Autódromo Internacional del Algarve con motivo de la tercera cita de la temporada 2021 en el marco del Gran Premio 888 de Portugal. Fue un instante muy esperado por todos los amantes del motociclismo, pero faltaba el momento de la verdad: volver a ver al octocampeón en lo más alto del podio. Sachsenring, su reino particular, emergía como una gran oportunidad en el calendario… y Marc no perdonó. Su triunfo evoca a otros grandes regresos de numerosos mitos del deporte que también fueron capaces de dejar atrás lesiones de gran importancia para volver a batallar en la élite de sus respectivas disciplinas.
No hay que pasar por alto, lógicamente, el recuerdo de otros pilotos del Mundial, como Mick Doohan, que estuvo a punto de perder su pierna derecha en 1992 tras una grave caída en Assen que derivó en una peligrosa infección. Pese a la aparatosa recuperación, el australiano se recompuso de forma milagrosa gracias a los cuidados médicos. Se había perdido 4 carreras y trató de amarrar el título en las dos últimas citas en Brasil y Sudáfrica. No fue suficiente y cedió la gloria por 4 puntos en beneficio de Wayne Rainey. Pese a que no pudo salvar el título de aquel año, seguiría instalado en la élite y escribiría su nombre con letras de oro en el palmarés del Mundial al monopolizar las coronas de 1994 a 1998. El propio Doohan tendría una interesante charla con Marc de gran ayuda para volver a ganar.
Si miramos más allá de MotoGP, los ejemplos son numerosos. En el motorsport tenemos casos especialmente icónicos. Sin ir más lejos, resulta inevitable recordar al añorado Niki Lauda y su capacidad para recuperarse de las heridas sufridas tras un accidente en el GP de Alemania de F1 de 1976 en el que su monoplaza fue pasto de las llamas. A pesar de llegar a recibir la extremaunción en el hospital por la gravedad de las heridas, volvería a la carga 6 semanas después. Una auténtica heroicidad. Fue subcampeón, pero ganaría su segundo título un año después, logrando su última corona mundial en 1984.
También es recordado el accidente sufrido por Michael Schumacher en el GP británico de 1999 celebrado en Silverstone en el que se fracturó la pierna y por el que se perdió las 6 siguientes carreras, condenando sus opciones al título. Volvería más fuerte que nunca para encadenar un lustro dorado con Ferrari ganando los entorchados mundiales de 2000 a 2004.