Después de ganar su segundo título mundial en la clase de 250cc, Georges Jobe eligió a Kawasaki para su traslado a los 500cc en 1984… ¡y se convirtió en un héroe de todos los tiempos con un salto legendario!
En la década de 1980 había tres campeonatos mundiales de motocross en 3 cilindradas, pero el pináculo de todas las ambiciones era competir y ganar el de 500cc.
El campeonato de 1984 adquirió una importancia aún mayor de lo habitual, ya que los tres campeones del año anterior, el sueco Hakan Carlqvist, Jobe y su compañero belga Eric Geboers, se enfrentarían en las doce carreras, y Jobe, después de cinco temporadas y dos títulos en la clase de 250cc, llegó a un acuerdo para competir con el buque insignia de Kawasaki, la KX500.
La nueva asociación tuvo un comienzo de ensueño cuando Georges dominó las dos primeras rondas en Austria y Suiza para liderar el Mundial contra sus compañeros, André Malherbe y David Thorpe.
La batalla fue intensa durante todo el verano y, cuando regresaron de América del Norte con tres rondas restantes en Gran Bretaña, Bélgica e Italia, Malherbe, Geboers y Jobe estaban muy apretados en la clasificación.
Los millones de aficionados de todo el mundo siempre recordarán el día de un salto impresionante de Jobe cuando avanzó a su rival por el aire.