Lorenzo acude a la fábrica del constructor japonés para dar con la tecla que le permita acelerar su adaptación a la RC213V.
Jorge Lorenzo (Repsol Honda Team) necesita cambiar el chip. Lo antes posible. Tal y como adelantó este domingo motorsport.com, el piloto balear viajó ayer lunes a Japón con la intención de acelerar su adaptación a la RC213V, después de arrastrar problemas a nivel ergonómico desde hace ya varios meses.
Después de una pretemporada atípica marcada por las lesiones, el paso de los primeros Grandes Premios no ha permitido que Lorenzo consiga remontar el vuelo. Pese a los brotes verdes que se avistaron en Le Mans, cuando llegó a ser 4º en la FP2, 7º en la FP3 y 8º en la «pole», el balear no tuvo excesiva continuidad en Mugello, donde también acumula numerosas victorias en el pasado.
Tras partir 17º en parrilla de salida, Lorenzo tuvo que conformarse con ser 13º en la carrera, beneficiado, en cierta medida, por las caídas de algunos pilotos como Jack Miller y Bagnaia, Valentino Rossi o Franco Morbidelli.
La cita del GP Oakley de Italia ha confirmado lo que venía siendo una evidencia. Jorge sigue sufriendo a lomos de la RC213V. A nivel ergonómico, el «99» no acaba de encontrar su sitio y, tanto en los entrenamientos como, especialmente, en el tramo final de las carreras, acaba por sentirse incómodo y fatigado.
En Mugello, el tricampeón mundial de MotoGP cruzó la línea de meta a más de 20 segundos del ganador, Danilo Petrucci. Unos registros que evidencian la necesidad de dar con la tecla para acelerar la adaptación a su nueva moto. Y Lorenzo no ha querido esperar más.
Este mismo lunes viaja a Japón, tal y como avanzó motorsport.com, para trabajar a nivel ergonómico en la fábrica del constructor japonés junto a sus ingenieros. Codo con codo. Con la voluntad de quemar etapas y dar un salto importante en vistas al GP Monster Energy de Catalunya que se celebrará dentro de 2 semanas.
El propio piloto confirmó la información adelantada por motorsport.com tras la carrera celebrada en Mugello: “Lo mejor es que viaje a Japón para trabajar en la posición de la moto y ver si podemos encontrar una solución lo antes posible”.
Después de la decepción por verse nuevamente en posiciones demasiado retrasadas para su nivel, el balear confía en poder dar un salto adelante que ya experimentó en Ducati cuando se trabajó debidamente a nivel ergonómico.
“A ver si en Montmeló puedo disponer de alguna solución sobre mi posición en la moto. Por eso voy a Japón a trabajar”, explicó Lorenzo, que también puso en valor la actitud del constructor japonés al admitir su discurso: “Los billetes los paga Honda y su voluntad siempre ha estado ahí, pero por una cosa u otra no he podido dar ese paso adelante que me falta con el depósito”.
Lorenzo, que evitó hacer comparaciones con la situación vivida en Ducati, al recordar que allí llegó como “indiscutible número 1” y ahora se encuentra con un Márquez “que está ganando muchas carreras”, también admitió sus problemas físicos al final de las carreras, fruto de su particular posición sobre la moto: “Me falta energía y, cuando al final me atacan los otros pilotos, estoy muy fatigado”.
La necesidad de dar un vuelco a la situación es total, de máxima urgencia para Jorge, que espera tocar la tecla de la mano de los ingenieros de Honda con la esperanza de empezar a remontar el vuelo a partir de la próxima cita en Montmeló para empezar, de una vez por todas, a destapar el tarro de las esencias de su incuestionable talento con HRC.